viernes, 22 de agosto de 2025

 

CÓMO LOS JÓVENES ASIMILAN PENSAMIENTOS TÓXICOS EN LA NIÑEZ PERJUDICANDOLOS DE ADULTOS

Todo ser herido se ve forzado a la metamorfosis.

Franz Kafka (1883-1924)

 

Debemos decir que los pensamientos negativos, también llamados tóxicos corresponden no solo a ese conjunto de ideas propias que llevan al joven a percibir la vida de manera triste y en cierta medida melancólica, acompañadas con ese “dulce” regusto al apreciarlas, pudiéndole llevar a formar emociones relacionadas con un arquetipo de tristeza, ansiedad o frustración, sino también, que son patrones mentales que al repetirlos reiteradamente, pueden distorsionar la percepción de la realidad, terminando por afectar a sus emociones y arruinar la convivencia por todo un conjunto de equivocadas decisiones. Hoy comentaremos ¿Qué entendemos por estos pensamientos, como se originan y los perjuicios que pueden acarrear en el devenir del joven que lo padece? finalizando con libros al uso.

Entendemos por pensamientos tóxicos, aquellas ideas que terminan en muchos casos formando parte de nuestras creencias, terminando coartados, limitados, paralizados, aislados y autocastigados. Que son un puro veneno que de no recurrir a una ayuda profesional puede finalizar en tristeza al impedirnos ser. Decía nuestro neurólogo Carlos Castilla del Pino (1922-2009) la locura es no ser túEstamos hablando de ideas que nos restringen como “no valgo para estudiar”,” siempre seré un desgraciado” o “nunca lo lograré” para a continuación colmarnos de  ”vergüenza”, “culpa” y una “critica” que no cesa de destruirnos. Nos aísla “como defensa” poque pensamos que siempre vamos a terminar por defraudar a cuantos nos ofrecen afecto y ante todo posible éxito, quedamos paralizados o somos nosotros mismos los que lo dinamitamos toda posible acción de victoria.  

Su origen podemos encontrarlo en experiencias traumáticas, heridas emocionales pretéritas y/o actuales que como resultado han generado una baja autoestima, con el consiguiente acompañamiento de inseguridad, en muchos casos afectando a la salud mental y calidad de vida. La subvaloración es una constante en la vida al tener presente como marchamo afirmaciones del tipo anteriormente comentadas, siempre rumiadas al no saber gestionarlas y como consecuencia dañinas, al optar por somatizarlas.

Las causas más tempranas pueden ser halladas a nivel genético; no olvidemos que el temperamento se hereda mientras que el carácter se va haciendo en una constante interacción entre temperamento, ambiente y respuestas, y ahí es donde la crianza juega un papel en nuestra opinión determinante; el aprendizaje vicario, como se ha ido aprehendiendo y aprendiendo, dado que el hombre en cualquier situación tiende a actuar como tiene costumbre de hacerlo, más que como le gustaría hacerlo. Expuesto este comentario y a modo de sus raíces, debemos empezar por hablar de como nacen los pensamientos negativos y nada mejor que hablar del apego, de la necesidad de llevar a cabo desde la más tierna infancia el ejercicio de reconocer, de ser reconocido: observado, reforzado, guiado, acompañado de esas pequeñas responsabilidades que todo progenitor sabe que el ejecutarlas van a ser un seguro estímulo, éxito para su vástago.

La teoría del apego fue formulada por el psicólogo John Bowlby (1907-1980) como resultado de su investigación sobre la importancia de la necesidad de un vínculo emocional profundo y duradero entre padres e hijos a través del tiempo. Proponiéndolo como una necesidad biológica para asegurar el desarrollo emocional del niño. La figura paterna es clave en su desarrollo, al ser a través de ella como el niño adquiere responsabilidades, creencias y valores, realidad que le va a proporcionar el aprender a responder al mundo que le rodea. Las experiencias tempranas son las que van a moldearle al iniciar las relaciones, condicionando -muchas veces determinando- su futuro. Un apego seguro le va a permitir al niño sentirse protegido, siendo lo contrario desembocar a conflictos de relación, aislarse, no aceptar la realidad y como única opción optar por la metamorfosis, como única vía para evitar sufrir, sobrevivir al autoconcepto que se ha creado en función del paupérrimo reconocimiento que ha tenido, fracaso en las primeras responsabilidades y creencias cuajadas de pensamientos tóxicos. Y es que los años de niñez y adolescencia corresponden al periodo donde los cambios cognitivos, emocionales y sociales dejan una huella profunda. El niño ante el hecho de que va a llevar a cabo algo grandioso, jamás llevado a cabo con la pelota, le dice al padre “Papa mira” “Papa mira” “Papa mira” y ante la falta de respuesta, se queda quieto, nada hace, pensando que realmente si su padre -el ser más maravilloso y perfecto del universo- no le mira, es que lo que va a llevar a cabo no tiene ninguna importancia. Ocurre que de nuevo acaba de defraudar a su padre, eso se dice así mismo el niño. Pero al no ser la causa única, pasamos a nombrar y describir las que en nuestra opinión son los seis principios:

1.     Primeras experiencias. Los niños que crecieron con un padre ausente o poco dados al reconocimiento: observarles, amarlos, abrazarlos, estar por estar juntos, mirarse, reírse, jugar, darles justo las responsabilidades que sabemos que va a triunfar, negarles de este alimento metafísico, terminan por desarrollar patrones de pensamiento autocríticos, sentimientos de inseguridad y tristeza.

2.     Ficciones internas. El cerebro es incapaz de soportar el dolor, iniciando en su defensa el mecanismo de la metamorfosis, como al despertar Gregorio Samsa le ocurrió una mañana en la novela de Kafka (1): se inventan, se sumergen en un mundo irreal, distante, a veces de engaño, quedando atrapados en él al identificarse con sus pensamientos negativos, terminando siendo para de la identidad “siempre me pasa esto” “es mi forma de ser”.

3.     Aprendizaje vicario. La educación familiar, el sistema de enfrentarse al mundo que presentan los padres. Como conservan amigos, se relacionan con el resto de la familia, tipo de comunicación pues el lenguaje que emplee es importante. Su talante y ausencia de honestidad, van generando una forma de interpretar el mundo bajo un filtro basado en el miedo, la culpa y la desconfianza. 

4.     Carencia de habilidades emocionales. Muy relacionado con el anterior punto al ser parte de los aprendizajes propios del grupo primario que es la familia. Según como lo gestionen los padres, existe una correlación en la forma de llevarlos a cabo los hijos. Ante su ausencia, rápidamente como verdades absolutas se instalan los pensamientos tóxicos.

5.     Hábitat presente. La alimentación de la autocrítica a través de las comparaciones mayoritariamente en la edad temprana “Tu prima a aprobado todo” “tienes unas manos que cuanto tocas se rompe”” ¿Tanto te cuesta ser normal?”” ¡Eres un desgraciado”

6.     Factores biológicos. Aunque no determinantes, se ha constatado que niveles bajos de serotonina pueden generar en el cerebro una tendencia hacia lo negativo, al igual que a sujetos con una fuerte sensibilidad emocional o tendencia a la introspección profunda.

 

Todo cuanto hemos disertado, si no se gestionan pueden tener desconsoladas consecuencias en la vida adulta al influir en el trabajo, relaciones de pareja y toma de decisiones. Como más de una vez hemos comentado en distintos foros, ¡cuántos sujetos con un excelente coeficiente intelectual, brillante curriculum vitae terminan aparcados en la cuneta de la vida, mientras ven pasar a “segundones en su opinión” hacia los puestos de responsabilidad y honor! A tenor de ello, hacemos la siguiente pregunta para la reflexión: ¿De qué puede servirnos el talento si nos falla el talante?  En cómo puede llegar a perjudicar esta realidad, lo vamos a exponer en seis puntos:  

1.     Autoimagen distorsionada. Consistente en estar convencidos de que no valen lo suficiente. No son dignos del éxito pues terminarán defraudando, volviéndose en unos hábiles saboteadores de cuantas oportunidades se les presenta.

2.     Relaciones personales tóxicas. Al estar rumiando pensamientos tales como “al final se va a dar cuenta que no doy la talla” “no soy digno” “como se ha podido fijar en mi” terminan por generar aislamiento y/o celos y desconfianza en los demás. Recordemos lo comentado sobre las neuronas espejo.

3.     Decisiones escasas. El pensar que lo más probable es equivocarse, evitar una decisión lo considerará lo más saludable, hecho que a estos sujetos les va a dificultar el crecimiento al optar por permanecer en su zona de confort.

4.     Complicaciones en cuanto a la salud mental. Dado que, a tenor de su bajo autoconcepto, y su negación a enfrentarse con el problema, su respuesta tenderá a somatizar el posible proceso, lo que puede conllevar: dolores físicos si causa aparente, insomnio, fatiga, trastornos de ansiedad, obsesión, depresión.

5.     Bloqueo de talentos. Como con anterioridad hemos comentado, al no atreverse a mostrar su valía por mantener como freno el pensamiento tóxico de “no ser lo suficientemente capaz” le va a imposibilitar todo desarrollo personal y profesional.

6.     Refuerzo constante. A medida que más repiten estos pensamientos con sus correspondientes respuestas conductuales, más se fortalecen, llegando hasta tal punto que estén activados constantemente.

Con lo dicho pensamos que hemos podido dar respuesta a la pregunta correspondiente al título de este artículo que, aunque en una primera lectura pueda desalentar podemos afirmar que estamos hablando de una serie de patrones que en nada definen a la persona, son como gafas que se pueden cambiar, al contar con estrategias suficientes para transformar estos pensamientos cuando aparecen. Para nada estamos condenados a vivir con ellos. Con conciencia, apoyo profesional y práctica todo sujeto puede alcanzar a llegar a ser él. La plasticidad neuronal de nuestro cerebro no deja de sorprenderme como profesional al permitirme poder ayudar, crear nuevas formas de pensar, modificar conductas y sanar. 


martes, 12 de agosto de 2025

 

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE.

 

              Quiero no dejar pasar este mes tan mariano -Inmaculada, Guadalupe y Natividad- sin hablar sobre Nuestra Señora de Guadalupe, que tantos milagros ha dado a la cristiandad y en particular a la España peninsular, americana y somos muchos los que desconocemos su conexión.

              Decir que nuestra advocación mariana a la Virgen de Guadalupe data del siglo XIII. Según la tradición, la imagen fue realizada en el taller de escultura del Evangelista San Lucas -siglo I-. Tiempo después fue venerada en Acaya -Grecia- y Bizancio -colonia griega refundada por Constantino I el Grande, en el año 330 bajo el nombre de Constantinopla (Jesús Simón Pardo. Pág. 300) (1). El papa Gregorio Magno se la regaló a san Leandro, arzobispo de Sevilla (Francisco Montes González. Pág. 36) (3), el cual mando construir una ermita en las afueras de Sevilla para salvaguardar la imagen y fomentar la devoción.

              Al ser invadida la Península Ibérica por los musulmanes en el año 711, los cristianos la escondieron dentro de una caja al píe de la sierra de Altamira junto al rio Guadalupe, afluente del rio Guadiana que discurre por la provincia de Cáceres (Jesús Simón Pardo 2003. Pág. 300) (2). Casi rondando quinientos años después -siglo XIII- ocurrió la aparición de la Virgen cerca del castillo de Alía, al vaquero Gil Cordero, informándole de su imagen escondida junto al rio (Simón Pardo, 2003) (4). Al volver junto al ganado pudo constatar que una de las vacas se le había perdido. Busco y busco y cuando la encontró la halló muerta. Dado que en tales circunstancias solo podía aprovecharse la piel, antes de desollarla y como era costumbre, dibujo la señal de la cruz en su vientre. Nada más terminar el bosquejo, la vaca se levantó y salió corriendo. Sorprendido y extrañado a la vez, pensó que quizás fuera esa la señal que necesitaba para encontrar el lugar indicado por la Virgen, empezó a excavar y así fue, efectivamente, a menos de un metro de profundidad estaba la caja conteniendo a la Virgen en su interior. Con piedras construyo la típica cabaña que se erige en el campo para guardar aperos, e improvisando el altar, coloco a la Virgen. Talla sedente de madera de cedro, estilo románico o protogótico, de 53 centímetros y 3.975 gramos de peso. (Antonio Ramiro Chico, 2012) (5)

Dada la importancia del acontecimiento -había conversado con la Virgen, resucitado a una de sus vacas y encontrado su talla- pensó que lo idóneo era personarse directamente ante el sacerdote de la iglesia de Cáceres, por lo que atravesando pueblos y andando sus kilómetros -123Km.- allí llegó para contarle -entre otras- que era deseo de la Virgen recibir culto en el lugar del descubrimiento. No le creyó. Apesadumbrado tomo el camino de vuelta y para mayor desconsuelo, al llegar al pueblo recibió la noticia de que su hijo había muerto. Rezó y rezó a la Virgen para que le devolviese la vida, y al llegar el sacerdote para oficiar el entierro, nada más entrar en casa, se levanto el muchacho diciendo a los sorprendidos presentes que una mujer le había ayudado a levantarse (Simón Pardo, 2003. Pág. 301) (6).

Esta prueba milagrosa, que nos recuerda a San Juan Diego en el cerro de Tepeyac, fue suficiente para hacer cambiar de opinión al sacerdote cacereño, el cual, días después organizó una peregrinación al lugar, donde tomaron el acuerdo de construir una ermita. En el documento fechado del año 1326 -siglo XIV- firmado por 2 patriarcas, 2 arzobispos y 15 obispos, se concede indulgencia plenaria a cuantos visiten la iglesia de Santa María de Guadalupe. (Antonio Ramiro Chico, 2012) (5). Nueve años después -1335- el rey Alfonso XI menciona en una carta que la ermita esta en ruinas y ordena construir una iglesia (Antonio Ramiro Chico, 2012). Se inicia en 1337. En junio de ese mismo año -1335- el papa Benedicto XII mediante bula Dum ad personam nombra por primera vez a un cardenal como rector de la iglesia; Cardenal Pedro Gómez Barroso.

Llegamos al año 1340, cuando antes del inicio de la definitiva Batalla del Salado -30 de octubre de 1.340- el rey Alfonso XI se encomendó a Ella, marcando un hito la victoria, al derrotar a los árabes Benimerines en el último periodo de la reconquista. Después de esta beligerancia, desistieron de nuevas invasiones. En agradecimiento y como era costumbre, el rey Alfonso XI mando edificar una iglesia con edificios contiguos y un albergue para peregrinos. ((Claustros españoles) (7).

Corría el año 1464 cuando por primera vez Isabel la Católica, con tan solo trece años -Sierva de Dios desde 1974- visita a la Virgen de Guadalupe, encomendándose a ella a tenor de los problemas por la que atravesaba el reino. Ese mismo año, en noviembre, se firma el “Manifiesto de Quejas y Agravios” en el que se acusaba al rey de menospreciar al clero, proteger a los infieles y alterar la moneda, hecho que le beneficiaba. A partir de ese momento Isabel, considera al monasterio de Guadalupe como su “paraíso” (8). Monasterio que visita reiteradamente (9) con hechos que marcaron su biografía. Destacamos: cuando es reina de Sicilia en 1469, reina de Castilla en 1474, reina de Aragón en 1479 y 1486 al redactar su esposo, el rey Fernando la sentencia arbitral de Guadalupe (10).

Es en el monasterio de Guadalupe donde por primera vez los Reyes Católicos se reúnen con Cristóbal Colón en enero de 1492 (10), y el 20 de junio de ese mismo año, a los pies de la Virgen, Isabel y Fernando dictaron dos cartas dirigidas a Juan de Peñalosa, solicitando la entrega de dos carabelas para iniciar su viaje hacia las Indias. (10).

Corría el año 1571 y el Imperio Otomano se había lanzado al control del Mediterráneo y la Cristiandad estaba amenazada. Ante el peligro, Europa -menos Francia- formaron una alianza para detener el avance. España sufrago la mitad de los costes y el mando lo llevo don Juan de Austria. Fue el 7 de octubre de 1571 cuando llegando a la altura del golfo de Patras, cerca de la ciudad de Lepanto, donde se enfrentaron las dos armadas, dando origen a la mayor batalla naval de la historia moderna. El almirante Juan Andrea Doria dispuso en su barco un estandarte con la Virgen de Guadalupe. Más de 400 galeras y alrededor de 200.000 hombres se enfrentaron a una lucha en la que vencieron los cristianos, paralizando definitivamente toda invasión. En esta beligerancia fue herido en un brazo nuestro escritor universal, don Miguel de Cervantes Saavedra.

El 12 de octubre de 1928 la Virgen de Guadalupe por legado especial del papa Pio XI, don Pedro Segura, Cardenal Primado de España fue coronada Reina de las Españas. “Hispaniarum Regina” (11). “Sancta Maria de Guadalupe, Gratia plena, Mater Dei, Hispaniarum Regina, Ora pro nobis peccatoribus”. Coronada canónicamente. Ella es la única portadora con dicha distinción (12).

El 4 de noviembre de 1982 el papa san Juan Pablo II, en la homilía que pronunció sobre las migraciones dijo: “Es indudable la estima tan grande que le tengo a la Virgen de Guadalupe de México. Pero me doy cuenta de que aquí están sus orígenes. Antes de haber ido a la Basílica de Tepeyac, debería haber venido aquí, para comprender mejor la devoción mexicana. (13).

En el segundo viaje de Cristóbal Colón, el 4 de noviembre de 1493, desembarco en la isla del Caribe llamada Karukera, donde permaneció a lo largo de seis días, bautizándola con el nombre de Guadalupe -hoy posesión francesa- en agradecimiento a la decisiva primera reunión que tuvo con los Reyes Católicos a los pies de la Virgen.

A la llegada de Hernán Cortés –año 1519- a Nueva España, el territorio de Tepeyac fue entregado a Gonzalo de Sandoval, natural de Medellín al igual que Cortes, los dos extremeños como la Virgen de Guadalupe, lugar donde se inició el culto, como así lo describe Bernal Diaz del Castillo en su obra “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (14).

Y por fin llegamos al año 1531, cuando la Virgen aparece en el cerro de Tepeyac -doce años después de iniciado el culto a la Guadalupana extremeña- al novohispano chichimeca San Juan Diego Cuauhtlatoatzin -beatificado en 1990 y canonizado en 2002 (15)- como consta en el libro “Nican mopohua” de Antonio Valeriano (16). Como era de esperar, al abrir el manto San Juan Diego ante el obispo Juan de Zumárraga, este le diera por nombre Virgen de Guadalupe, aunque no se tratara de una Virgen negra, sino mestiza y de pelo liso, esto explica porque se le llamó Guadalupe, descartando la idea de que ese nombre fuera pensado por los indígenas. De lo que no cabe duda, es que este encuentro hizo que esta específica representación de la Inmaculada generara gran devoción y se extendiera por toda Hispanoamérica, formando de esta manera uno de los cultos mas poderosos en la historia de América.

En 1895 el papa León XIII concedió como festividad de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre. El 12 de octubre de 1945, el papa Pio XII hablando en español, afirmó rotundamente el milagro, llamándola “Reina de México” y “Emperatriz de América”.

Quizás nos podremos preguntar, pero ¿Por qué ambas imágenes tienen el mismo nombre? En el libro “Nican mopohua” de Antonio Valeriano (16), escrito en náhuatl, incorpora en español Santa María de Guadalupe, dejando a un lado “Virgen de Tepeyac”, quizás como ejemplo de fusión amorosa, dado que Ella, muestra una morfología mestiza.

La realidad es que a pesare de las actividades que cada año se celebran en Guadalupe: Jornadas de la Hispanidad, Concierto de la Hispanidad, premios Fundación Guadalupe Hispanidad y Caminos de peregrinación, es cierto que, desde la desmembración de las Españas, nuestra Virgen extremeña, unido al actual sentir religioso, la Virgen negra ha pasado a diluirse en muchas mentes, perdiendo conexión. Por ello es comprensible que sea de total actualidad la frase que podemos hacer nuestra, dicha por nuestro papa San Juan Pablo II, en su visita a España en 1982 y que de nuevo reproducimos, finalizando este artículo: “Es indudable la estima tan grande que le tengo a la Virgen de Guadalupe de México. Pero me doy cuenta de que aquí están sus orígenes. Antes de haber ido a la Basílica de Tepeyac, debería haber venido aquí, para comprender mejor la devoción mexicana. (13)

 

 

 

 

Referencias.

(1)    Simón P. Jesús (2003) La devoción a la Virgen en España. Historias y Leyendas. Pág.300. Madrid. Editorial Palabra.

(2)    –Simón P. Jesús (2003).

(3)     Montes, F. (2015) Sevilla guadalupana. Arte, historia y devoción. Pág. 36. Diputación de Sevilla.

(4)    Simón P. Jesús (2003).

(5)    Ramiro, A. (2012) “Nuestra Señora de Guadalupe, de patrona de Extremadura a reina de las Españas” Advocaciones Marianas de Gloria. San Lorenzo del Escorial.  Biblioteca. Real Monasterio de Gudalupe.

bing.com/ck/a?!&&p=b3711e25a4fb36d39f048a45f925d96e87bf90aed6775047305ccc7a5aff0becJmltdHM9MTczNTE3MTIwMA&ptn=3&ver=2&hsh=4&fclid=15079350-5072-636d-2a02-806651dd62a2&psq=“Nuestra+Señora+de+Guadalupe%2c+de+patrona+de+Extremadura+a+reina+de+las+Españas”&u=a1aHR0cHM6Ly9kaWFsbmV0LnVuaXJpb2phLmVzL2Rlc2NhcmdhL2FydGljdWxvLzQwNjQxNTMucGRm&ntb=1

(6)    Simón P. Jesús (2003. Pág. 301).

(7)    CVC. Claustros y retablos. Claustros de Extremadura. Guadalupe.

(8)    Hieronymus Münzer. Humanista, médico, geógrafo y cartógrafo alemán, conocido viajero y coautor de “Las crónicas de Núremberg”.

(9)    Galende Díaz, J.C. (2004) Documentación de la Reina Isabel La Católica en el Monasterio de Santa María de Guadalupe. Estudio paleográfico de su escritura autógrafa - Dialnet

(10)  Ramiro, A. (2016) La última visita de Fernando el Católico a Guadalupe, en el V Centenario de su muerte. Revista de estudios extremeños.

(11)   «Guadalupe». Archidiócesis de Toledo. Archivado desde el original el 21 de julio de 2015.

(12)  www.caballerosdeguadalupe.com/historia.htm

(13)  4 de noviembre de 1982, Misa en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, Cáceres | Juan Pablo II  

(14)  conquista_de_nueva_espana_I_de_diaz_del_castillo.pdf  

(15)  Nican mopohua - Wikipedia, la enciclopedia libre

(16)  Valeriano, A. Noble y letrado indígena, rector y gobernante de México-Tenochititlan, sobrino del emperador Moctezuma e hijo de Diego Alvarado Matlacohuatzin.


 

LOS DETERMINANTES CINCO VALORES.

 

 

Sabemos del largo camino recorrido por nuestra especie hasta el día de hoy. Del tiempo cuando según la teoría, un antepasado nuestro hace seis millones de años decidió bajar del árbol, ponerse en pie, convirtiéndose al andar en el primer Homo Sapiens. Fue el motor de su expansión cerebral, su postura bípeda y destreza manual, “evolución en mosaico” como gusta decir la paleontología. (Juan Luis Arsuaga 2019) “Los finalistas” quedaron atrás con su apuesta: “el desarrollo del cerebro fue antes que la postura bípeda”. Hoy sabemos que el motor de la evolución humana, fue la destreza manual. Si, el cerebro es función de la pericia. De cómo se va desenvolviendo el cuerpo, de cómo lanzando piedras cada vez con mejor puntería, tirando palos -coordinación visomotora- marchando erguido y corriendo cada día más veloz, el cerebro se fue expandiendo y creando nuevas fisuras.

Juan Luis Arsuaga 2019

Y es que la vida en sí es un proceso inteligente, independiente del cerebro como lo demuestran los microorganismos que carecen de él y sin embargo: actúan inteligentemente (Grover Cleveland “Cleve” Backster Jr. Efecto Backster 2003).

 Grover Cleveland Backster Jr.

Que ante el principio de la selección natural que formularon Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, dónde basaban dicha selección en la competencia entre individuos, afirmando que sobreviven los más aptos, adaptativos y fuertes, debemos preguntarnos ¿Cómo es posible que un gorila o bonobo torpe y lento, cuando decidió un día dejar de utilizar las ramas de los árboles para trasladarse por el suelo pudo transformarse en la especie más dominante del planeta? Ni era el más fuerte, ni el más alto, ni el más veloz. ¿Qué pudo pasar? La respuesta la encontramos observando la naturaleza, constatando que, si por algo se caracteriza nuestro mundo y sigue en pie, no es precisamente porque destacamos en fuerza e inteligencia, sino por nuestra determinación en estar permanentemente en comunidad, por nuestra voluntad de cooperar y ser altruistas.

Los más aptos son aquellos que no solo saben adaptarse al entorno, sino que logran adaptarse con éxito al proceso de vida. De su vida. Qué se adaptan a ellos mismos, a sus metas, a sus valores; a la dignidad. Los aptos son aquellos que son ellos. “La locura es no ser tú” y como menester requerimos de cinco valores básicos que debemos cultivar y transmitir: paciencia, cooperación/altruismo, empatía, confianza y honestidad. (valor comentado en un anterior artículo.)

 

1.                 Paciencia.

Si nos emplazamos con mirada de etólogos a observar la naturaleza, podremos constatar como la mayoría de los animales siguen de manera puntual tres instintos básicos: comida, reproducción y huida. A pesar del hambre que los anima a lanzarse sobre la primera presa que encuentran, las especies que hemos permanecido y evolucionado; todas hemos desarrollado “la paciencia”. Sabemos esperar. Entra en acción cuando su cerebro primario les avisa de esa necesidad; actúan “por instinto” y sin pensárselo dos veces su respuesta inmediata es la paciencia. Y unas veces cenan, otras son el mejor manjar. La paciencia es imprescindible para el depredador, sea animal salvaje o humano. Valor en alza a medida que se van ampliando ramas en la evolución. Estadio de perfeccionamiento donde al sentir hambre el depredador, todo su ser toma la decisión de moverse en busca de una pieza, y en cuento la encuentra, antes de cualquier ataque y a pesar del hambre y ansia; se contiene. Observa, selecciona, hasta encontrar aquello que puede vencer o fácilmente cazar, y solo es en ese momento cuando decide lanzarse al ataque. O ir en grupo buscando para el embate en la manada enemiga, a lo más tierno, tullido o añejo. Un éxito, y todo gracias a que ha desarrollado el valor de la paciencia.  Aprendido a dominar, contener al instinto.

 

También los seres humanos somos capaces de esperar si la recompensa nos satisface. Nos contenemos, y con paciencia decidimos esperar un poco más con tal de tener una mejor vivienda, detener el ansia de comer el grano de trigo para disfrutar después del pan recién horneado. La paciencia en años de formación, quizás ante temas que se pueden antojar abstrusos, pero que la clara meta que visualizamos hace que nos armemos de paciencia con tal de alcanzarla. Si, la paciencia es una de las necesarias estrategias de adaptación para andar con éxito a lo largo del proceso de vida.

 

2.     Cooperación/Altruismo.

 

 

  El Dr. William M. Muir, profesor de ciencias animales en la Universidad de Purdue, dirige su programa de investigación sobre los nuevos métodos genéticos para mejorar el bienestar de los animales agrícolas. En uno de sus trabajos, sobre el valor que representa la cooperación, llevó a cabo el siguiente proceso: coloco en distintas jaulas a un grupo de gallinas sin llevar un criterio. A partir de ese momento, empezó a observarlas con el fin de seleccionar a las más productivas. Una vez obtenido el grupo compuesto por las mejores, concentró a todas ellas en una misma jaula. Y fue un rotundo éxito; se convirtieron en unas auténticas máquinas de poner huevos. Había seleccionado solo a las mejores y como consecuencia ofrecían lo mejor. Generación tras generación el aumento de huevos era exponencial. Triunfo completo ya que había conseguido rodearse mediante la selección de las mejores. Pero ocurrió que al llegar a la sexta generación apareció algo insólito, estas nuevas maravillosas gallinas, ponedoras ejemplares, fuertes, robustas, las mejores entre todas, se volvieron agresivas, empezaron a desplumarse, bajando la producción en picado a la siguiente generación.

Después de esta experiencia, el Dr. William incorporó en su investigación una nueva variable. En la selección a llevar a cabo el nuevo grupo estuvo compuesto por algunas de las mejores gallinas ponedoras, otras medianas e inclusive con otras que no producían, y empezó a observar cómo generación tras generación la producción iba en aumento hasta que al llegar a la quinta descendencia, la obtención de huevos había aumentado un 160%. ¿Qué había ocurrido? Para sorpresa de los investigadores resultó que a medida que pasaban las generaciones se encontraban frente a un grupo cada vez más tranquilo, colaborador y empático. (Wilson, D.S. y Wilson, E.O. 2009). Los egoístas ganan a los cooperadores dentro del grupo, y los cooperadores ganan a los egoístas entre grupos.

El éxito del grupo, de la sociedad, no tiene nada que ver con los más fuertes, ni los más listos, sino con la voluntad de sus integrantes sobre su disposición a cooperar. Y es que vale quien sirve.

 

3.     Empatía.

 

El primatólogo y etólogo Dr. Franciscus Bernardus Mari de Waal profesor de psicología, Universidad de Emory. Atlanta, Georgia, llevó a cabo una investigación centrada en el comportamiento social de los primates incluyendo: resolución de conflictos, cooperación, aversión a la desigualdad e intercambio de alimentos.

Uno de sus hallazgos (De Waal, 1993) fue comprobar –entre otras- que, en la supervivencia y fuerza de las especies, uno de sus éxitos consistió en la presión que empuja a una madre a cuidar de sus hijos. –primero conducta, después desarrollo encefálico- Comprobamos aquí la importancia capital que tuvo y tiene el desarrollo de la empatía en el proceso de la vida; la orientación de toda madre hacia sus crías. Solo las hembras de las especies que han llevado a cabo esta conducta, son las que aún persisten.

La ciencia nos dice que los seres humanos no somos egoístas por naturaleza. Somos pacientes, cooperativos y empáticos, valores que sumados a los que a continuación expondremos, nos han permitido sobrevivir y dominar al mundo.

Intimando en la empatía, el etólogo Marck Bekoll profesor titular de Biología en la Universidad de Colorado, premio de la Animal Behaviour Society en el año 2000 por su contribución al estudio del comportamiento animal, y la filósofa Jessica Pierce (Bekoff, M y Pierce,J..2010) en su investigación sobre la moral pudieron constatar en algunos animales todo un conjunto de comportamientos como: la empatía, la compasión, la honestidad, el altruismo, la confianza, el consuelo, el juego limpio y el perdón. A tenor de ello Bekoff y Pierce llegaron a la conclusión que la piedra angular de la moral es la empatía. Si los animales pueden ponerse en lugar de los otros, sentir lo que un tercero siente, también podrán ser compasivos, procurar no hacer daño y velar por su bienestar. La empatía es la fuente de la moral. Elemento necesario para la supervivencia.

 

4.                 La Confianza.

Para saber por qué la gente tiende a la confianza, vamos a referirnos al Dr. Paul Zak, profesor de la Universidad de Claremont, California del Norte y hablar de su campo de investigación al ser uno de los científicos más preocupados en la confianza; en ese constructo que la engloba que no es otro que la moral; conjunto de costumbres y normas de comportamiento que el ser humano tiene introyectado como buenas.

La confianza es un valor fundamental y como tal, todos debemos poseer. ¿Cómo vamos a poder efectuar acción alguna si carecemos de confianza? Necesitamos creer. ¿Cómo acometer alguna acción sin contar con la confianza, con la certeza que estás haciendo la correcto? La confianza proporciona seguridad y participa a su vez, en la génesis y mantenimiento de la paciencia.

En su investigación sobre la búsqueda de una química de la confianza, (Zak, P.L 2012) pudo comprobar lo determinante que es la oxitocina para el desarrollo de este valor. Esta hormona exclusiva de los mamíferos, tiene la virtud de ser el motor, hacer posible en las hembras cuidar por su camada y a las mujeres facilitar el parto y la lactancia. Recordemos: primero es la conducta, conducta que provoca oxitocina. Oxitocina que provoca una agradable sensación; placer. Delicia que crea adicción a confiar, a realizar una conducta moral. Podemos afirmar que la oxitocina es la hormona de la confianza. ¿Por qué lo hacemos? ¿Qué se siente cuando la oxitocina inunda el cuerpo?: Confianza y empatía.

Como decíamos al inicio de este artículo la ciencia sigue manteniendo como teoría el paradigma de la evolución. El principio de la selección natural de Darwin y Wallace, basado en la competencia, en los más aptos y fuertes; en el egoísmo, hoy nos dice que está descaminado. Para alcanzar el éxito debemos apoyarnos en la paciencia, el altruismo, la empatía, la confianza y la honradez. Son estas virtudes las que nos han posibilitado dominar la Tierra. Estamos diseñados genéticamente para ser morales. Para ser nosotros.

 

  

Referencias.

1.      Arsuaga, JL. Vida, la gran historia. (2019) Ed. Destino. Barcelona.

2.      Backster, C. Primary Perception: Biocommunication with Plants, Living Foods, and Human Cells (2003). Edt. White Rose Millennium Pr.

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