EL TIERNO ABRAZO
DE LOS ABUELOS.
Dice
nuestra RAE sobre abrazar Ceñir con los brazos. Estrechar entre los brazos
en señal de cariño. Comprender, contener e incluir. Tomar a su cargo algo.
Sí,
ya desde el inicio, leyendo su definición, podemos observar toda la carga de
profundidad para nuestro organismo el hecho de abrazar y ser abrazado. Es
cariño, comprensión, tomar a nuestro cargo. Nos está hablando de
responsabilidad, de amor; de volver de nuevo a transmitirnos cariño. Y es que
el abrazo es una manifestación física de la empatía y como respuesta una
descarga al torrente sanguíneo de oxitocina con todas sus beneficiosas
consecuencias -comentadas en anteriores artículos- para el bienestar físico y
emocional, al promover confianza y bienestar en general. Su impacto el la salud
física y emocional es tal, que los estudios sobre el tema no dejan de aportar
nuevos hallazgos. A la oxitocina, podemos
considerarla como una hormona cuando al ser secretada en la hipófisis, llega a
los órganos diana -glándula mamaria y útero- o como un nuevo neurotransmisor si
su fin es pasar información de una neurona a otra célula. Hoy cuando el
estrés se ha convertido en una pandemia, sabemos que el abrazo consigue reducir
los niveles de cortisol, fortaleciendo el sistema inmunológico (1) (2). Health
Communication en 2023 publicó el estudio llevado a cabo durante
la pandemia COVID, donde se destacó entre otros el poder de los abrazos en el
estado emocional de los sujetos. (3)
Con relación al enfoque de este artículo que no es otro que exponer el
impacto positivo de los abrazos de los abuelos en sus nietos, podemos destacar
los siguientes beneficios:
1.
Refuerza el
vínculo afectivo, reforzando el apego, la estabilidad emocional en la variable
de sentirse protegido.
2.
Libera
oxitocina, con la consiguiente reducción del estrés, ansiedad. Al reducirse la
producción de cortisol fortalece el sistema inmunológico y desarrollo de la
empatía.
3.
Al presentar
el abuelo el estereotipo de sabiduría y valores, permite al niño sumergirse en
su apoyo emocional, afectividad, repercutiendo positivamente en su desarrollo
cognitivo.
4.
Es el abrazo
amoroso del abuelo el que permite bloquear las creencias limitantes de sus
progenitores, que tanto condicionan -a muchos determina- la autoestima y en la
sanación de valía.
Resumiendo, diremos que abrazar a los nietos no solo el abuelo está
consolidando al Grupo Primario, sino un papel fundamental en el desarrollo y
equilibrio del nieto, máxime hoy en día donde en algunos casos la figura
paterna por trabajo, estrés y/o falta de apego esta quebrada, y es el abuelo
con su abrazo, el vínculo que permite paliar el tránsito en su desarrollo desde
la infancia.
Lo
es en esta etapa, al proporcionar con su abrazo la seguridad y estabilidad
emocional que necesita. Confirmar a través de esa sensación, el no haber
fallado enriqueciéndose a continuación de creencias hacía sí mismo positivas y
confirmación de valores.
Al
llegar la adolescencia, frente a los mil caminos, dudas y opciones, es el
abrazo del abuelo, tan solo el abrazo, el faro que le va a permitir seguir
navegando en la búsqueda de su identidad, al ofrecer una perspectiva diferente
y valiosa sobre la vida y sobre todo serlo por verlo el nieto como su mentor y
modelo a seguir. Profundizar por osmosis en el amor, la responsabilidad y el
profundo significado de lo que es y representa la familia. La empatía que
genera el abrazo hace del abuelo el mentor necesario para no errar en momentos
de duda. Es el abrazo del abuelo la llave que permite al niño aceptar al padre,
conocer la historia familiar y finalmente conocerse, aceptarse y amarse. Todo
sin necesidad alguna de palabras; lo aprehende. Es el abrazo con toda su
descarga hormonal el responsable del milagro. Es el abrazo del abuelo el puerto
seguro que permite no buscar fuera del muelle la necesidad de ser reconocido,
evitando relaciones sin sentido y embarazos tempranos no deseados.
Llegada
la adultez, en una sociedad como la nuestra tan marcada por el relativismo, donde
todo es opinable, donde desde hace tiempo hablando es cuando precisamente no se
entiendo la gente, que la figura del padre ausente se expande como el aceite,
es el abrazo del abuelo, con su aceptación, con su silencio, con su paz, el que
en ese instante abre la puerta del conocimiento, sensatez, recibiendo la
información que se necesitaba. Es en la
adultez donde el abrazo del abuelo inspira el nuevo camino, colaborando en el
desarrollo personal y profesional del nieto.
El
abuelo es el ser que tiene tiempo para acompañarle ante el aprendizaje que
ofrece cada fracaso. El que a través de sus abrazos el nieto va descubriendo
las claves para alcanzar el éxito, la necesidad de valorar la historia familiar
y su importancia para los momentos decisivos en que la dignidad y el
autorrespeto deben ser inviolables. Es el abrazo la puerta que abre la escucha
y poner valor al consejo del abuelo.
Como
hemos expuesto, es a través del abrazo del abuelo como el niño descubre el
amor, el afecto, todo lo importante que es, y así es porque cuando lo abraza su
abuelo, todo su ser se colma de seguridad. No necesita que nadie se lo
explique; lo vive.
En
muchas ocasiones, es después de un largo abrazo, cuando el joven comprende por
fin su necesidad de iniciar “esa” carrera o profesión, y sin que nadie se lo
diga o contradiga. Y todo por el abrazo de su abuelo. Es el abrazo del abuelo
que el confirma, da fuerza a la decisión a tomar por la joven ante la relación
sentimental que ahora mantiene; la fija, dignifica, desbaratando el miedo.
Con
lo dicho, podemos afirmar cerrando este artículo, que es a través del abrazo
cargado de amor del abuelo, cuando este transformándose en mago, por osmosis,
imprime en el cuerpo del nieto cuantas claves necesita, para ver con claridad:
camino, sueños, historia y aceptación de su entorno.
Ramón Morcillo
López Ph.D.
Doctor en psicología
Colegiado CV.06004
Cartagena, a 20
de febrero de 2025
Referencias.
1.
La
ciencia detrás de los abrazos: ¿por qué nos abrazamos?
3.
Observaciones
científicas sobre los abrazos y la felicidad | Psychology Today en español
